Los periodistas y Luis

Vaya, vaya, cómo se les ve el plumero a algunos periodistas. Hace no mucho, Luis Aragonés era la solución ideal, el entrenador experimentado que podía tener la llave del éxito para nuestra selección. La gran mayoría no dudaba de su capacidad para hacerse cargo de la roja. Ahora es un viejo loco, y se tiene que ir como sea.

Entre medias, lo de siempre, un montón de desgaste en la relación entre uno y otros. Lo de Clemente, pero en dosis más bajas, porque aquello fue el ambiente más irrespirable que se recuerda. Los jugadores, como entonces, se van de rositas. Nadie se para a pensar que la generación de futbolistas que tenemos ahora es de un nivel medio-alto, pero nada más que eso. Que no se pueden comparar a los del baloncesto, porque éstos llevan años peleando con la élite mundial. Triunfando fuera de España. ¿No les entra en la cabeza? No quieren que les entre.

En este blog se comentó, al acabar el pasado mundial, que Luis debía irse. Sobre todo cuando poco después del amargo trago contra Francia, nos pasaban por encima los norirlandeses. Entonces era un buen momento, con tiempo por delante para planificar cosas nuevas. Ahora, queridos periodistas, no. Hay muchas selecciones (los propios franceses, también Italia, Portugal y unas cuantas más) que las están pasando canutas para clasificarse para la Eurocopa. Por mucho que nos quieran vender, estas fases no son fáciles. Y a un mes del partido clave, en Dinamarca, es una locura hablar de cambio. Ahora hay que seguir, hay que pelear ese partido todos juntos.

Lo que menos me gusta de estos temas, a pesar de todo, es la poca profesionalidad que demuestran muchos de los que viven de juzgar. Sus opiniones están basadas más en el trato personal que mantienen con el seleccionador que en un verdadero juicio crítico de la situación actual de nuestra selección, a la que demuestran querer muy poco.