Censurado

He tenido la oportunidad de ver íntegra la entrevista que realizó la semana pasada Jesús Quintero a José María García y que televisión española decidió no emitir, salvo el trocito en que censuraba a Luís Fernández, primer presidente de RTVE elegido por el Parlamento, al que llamaba “hombre del imperio”, en clara alusión al grupo prisa.

La causa dada por la televisión pública ha sido que en la entrevista García vertía insultos y descalificaciones a terceras personas. No es verdad. Es el García de siempre, visceral, que ataca con fuerza y dando datos. El principal afectado es Aznar, pero también Florentino Pérez, Villalonga, su querido grupo prisa. De Rajoy cuenta una anécdota que no le habrá hecho ninguna gracia. Pero nada que justifique una medida excepcional. Es incomprensible que haya sido censurado. Mal síntoma de una democracia en la que cada día se escuchan cosas mil veces peores. Por cierto:

En un momento de la entrevista se atreve con Losantos, el periodista al que se apresura a decir que es cultísimo y que le quiere, para luego soltarle algo que le debe escocer aún:
“El periodista que no es plural, el periodista que no es neutral no es periodista, es otra cosa. Entonces, él ha dividido el mundo entre los buenos, la derecha, y los malos, la izquierda.”
Éste parece que ha reaccionado más o menos acusándole de socialista, lo cual no merece comentario porque ataca la inteligencia de quien le preste atención.

García está loco por volver. Ha superado la enfermedad, y, en lugar de dedicarse a vivir a placer, su mayor deseo es volver al tajo. No quiere hacer otra cosa, le encanta estar en todos los fregados, es un currante nato. De alguna manera ya ha regresado. Pero le quedan pocos medios con los que no se haya pegado, así que no podrá elegir mucho. Parece que su opción favorita no es el deporte, donde creo que ya no podría ni de lejos ser líder, y sí meterse de lleno en la actualidad, es decir, en la política. No es santo de mi devoción, su estilo queda lejos de mis gustos, ese afán de protagonismo me parece excesivo y supongo que tendrá cosas que callar. Pero tiene una gran capacidad para transmitir que cree en lo que dice, y eso le da fuerza. Y ahora, parece más empeñado que nunca en que prevalezca la verdad, y eso le honra.