Liga. Comienza el tramo final

No parecía que se jugara la Liga. El Barcelona en Zaragoza fue un equipo indolente. En casa suele hacer buenos partidos, pero fuera ya depende del día y del rival. Este año frente a los grandes no ha dado la cara. El calendario le favorece porque Real Madrid, Sevilla y Valencia tienen partidos entre ellos, pero si juega con fuego se quemará. Rijkaard tampoco estuvo muy listo, insistiendo con el 3-4-3 que dio una alegría y ahora tantos disgustos. Eto'o sabrá por qué no viajó a la capital maña, en Copa tampoco lo hizo, aunque entonces era más comprensible porque no andaba recuperado del todo. El equipo ahora mismo necesita al camerunés, y sólo una causa de fuerza mayor debe impedir su concurso, porque estamos en la parte decisiva de la temporada. Creo que lo que escribo es de cajón. Si realmente está lesionado pido disculpas, pero tengo muchas dudas. Todo esto no oculta el gran partido del Zaragoza, y la excelente temporada del equipo de Víctor.

Pero hay otro problema: Ronaldinho entrena cuando quiere, a veces se pone triste y le da por pedir más dinero. Si fuera Laporta me reuniría con él a solas y le preguntaría cuanto dinero necesita para estar feliz, acudir todos los días al entrenamiento como el resto de sus compañeros, y sobre todo, para que su hermano deje de recorrer Europa buscándole equipo y se quede en su casa. Como siga así, Ronaldinho va a acabar como Romario, batiendo records individuales pero no jugando para el equipo. Qué curioso que su mejor mes siempre es Diciembre, cuando entregan el balón de oro.

El Real Madrid hizo uno de los partidos más convincentes del año frente a Osasuna. Con Emerson y Diarra. Seis tíos defendiendo, es decir, Capello en su salsa. Y Guti sancionado. El fútbol me resulta desconcertante algunas veces. Muchos se apuntan ahora a que el Real ganará la Liga, pero yo no lo creo.

Al Sevilla tanta competición le va a matar. Uefa y Copa son competiciones exigentes, y más a estas alturas. Luego llega el domingo y pincha, aunque el Racing actual es un rival de cuidado.

El sábado Quique probó a ver si le valía con los suplentes para ganar en Bilbao. En el descanso ya sabía que no sería posible, y sacó a Villa, que dinamitó el partido. Pero la pelotita no entró y el entrenador del Valencia dio otra exhibición de mal perder.

Jornada con resultados caseros, que da esperanzas al Athletic, se las quita a Nástic y a la Real, consolida al Mallorca en primera y al Recre como opción para Europa.

Torres vuelve a fallar un penalty. Él siempre insiste en que los seguirá tirando, pero aquí ya no está en duda su carácter, a prueba de bombas al parecer, sino la conveniencia para el equipo de que sea él el encargado de lanzar las penas máximas.