Valencia 1 Chelsea 2

El Chelsea eliminó ayer justamente al Valencia de la Liga de Campeones. Con la eliminatoria empatada, y en el tramo decisivo, fueron a por la victoria, y recibieron un justo premio. Sin mucho fútbol, la verdad, en eso ninguno de los equipos van sobrados. En realidad, viendo el partido, me acordé de una entrevista que había leído al mediodía a Valdano en Olé. En ella venía a decir que los entrenadores defensivos, aquellos que tejen telas de araña en el centro del campo, cuya principal y casi única preocupación es recuperar la pelota, están mejor vistos que aquellos que tratan de que sus equipos, con el balón ya en los pies, hagan algo. Y sin embargo, crear es mucho más difícil que destruir.

Cabe recordar que el entrenador valencianista dejó el sábado a casi todos los titulares en el banquillo, teniendo la oportunidad de ponerse a tres puntos del liderato en la Liga. Frustrado, culpó al árbitro, quitándose la careta y mostrando otra vez su falta de pericia para gestionar este tipo de situaciones, y su incapacidad para responsabilizarse de los errores que comete. Ahora algunos periodistas casi tan malintencionados como él tratan de sembrar la duda, mostrando la imagen de la conversación entre Mejuto y Echeverría, dos profesionales que se desean suerte antes de comenzar un partido.

Todo ello no oculta que el Valencia ha tenido muy mala suerte con las lesiones esta temporada, después de configurar una plantilla bastante completa, aunque con algunos errores, como el lateral izquierdo, donde Del Horno no aporta nada, o la banda derecha, en la que Joaquín sólo ofrece destellos, y por quien el Betis pidió más del doble de lo que ahora mismo vale. También es verdad que la lucha de poder entre el técnico y el secretario técnico es cruenta, pero el Valencia en los últimos años tiene un problema, que no es otro que el presidente.

Del partido en sí, los locales empezaron bien, sin pasar apuros y con la situación bastante controlada. EL gol de Morientes dio aún mayor tranquilidad. Pero en la segunda parte se echaron incomprensiblemente atrás, y un equipo que no había descansado el fin de semana le pasó por encima precisamente en el tramo final. Cañizares salvó un par de goles, pero falló en el minuto noventa, cuando el Valencia ya pedía a gritos no la prórroga, sino los penaltis. Villa estuvo flojito, pero no se debe personalizar: mediada la segunda parte Quique quitó a un delantero para sacar a un medio: ese no fue un buen mensaje. Y el Chelsea empujó hasta el final, con la tranquilidad que da la experiencia de sus jugadores.

En la rueda de prensa posterior al partido, Flores manifestó que, si bien el Valencia seguramente no está entre los cuatro mejores equipos del continente, este año se ha recuperado el prestigio en Europa. El colmo. Hace nada ganaron una UEFA, con un entrenador, Benítez, del que Quique debería tomar notas, y un poco más atrás Cúper les llevó a dos finales de la Copa de Europa. Entre medias, dos ligas. Y haciendo bastante menos ruido que el entrenador actual.

No me quiero olvidar del repaso que le dio el Manchester a la Roma, lo que supone en cierta manera el triunfo del buen fútbol. Dicen que el equipo inglés está jugando de lujo, espero tener la oportunidad de verle en semifinales.

Por lo demás, la jornada deparó una buena noticia para el deporte español: el Real Madrid se hizo con la Copa Uleb de baloncesto. Tras una primera parte igualada, en el tercer cuarto apretó en defensa, y en ataque tuvo mucho acierto con el lanzamiento exterior. Un título que le viene de perlas al equipo blanco, que de esta manera empieza a ver recompensado el buen trabajo realizado, del que tiene mucha culpa el actual entrenador, Juan Plaza.

La otra noticia de la jornada la ha protagonizado Stoichkov, que se hace con las riendas del Celta tras el cese cantado de Vázquez. Veremos como se las gasta el búlgaro como entrenador, siendo jugador nos acordamos bien. Me ha sorprendido que abandone a la selección de su país, con opciones de clasificarse para la Eurocopa de 2008, por un equipo en un momento tan delicado.

A Rijkaard se le va de las manos el vestuario. Ha tratado de mantenerlo sin disciplina, pero está cerca de tener que darles la razón a los que piensan que sin ella no hay grupo. Ronaldinho, tras descansar durante el partido el sábado, y después de las vacaciones de domingo y lunes, el martes vuelve a tener fiebre. No será por trabajar mucho, desde luego. Deco andaba por ahí de vacaciones tranquilamente. Dicen que es del clan del brasileño. La situación empeora día a día en can Barsa.