Maracana-1950

28 de julio de 2006

Testosterona

Finalmente parece que se confirma el positivo de Floyd Landis, otro golpe mortal al ciclismo.

El Domingo pasado Sergio Sauca, el fenomenal periodista que presenta los deportes el fin de semana en TVE1, entrevistaba emocionado a Pereiro, preguntándole por "El Tour más limpio de la historia". Para entonces yo empezaba a desconfiar. Sinceramente, no creía que de buenas a primeras los ciclistas hubieran dejado de tomar sustancias para mejorar su rendimiento.

Supongo que Landis lo hizo porque para él era una última oportunidad. Alguien se lo sugeriría el día anterior, después de la debacle, y fue débil. Realmente no sé como funciona el tema del doping, si es posible de un día para otro, pero tiene toda la pinta de que esa tarde Landis tomó la decisión. Pero, ¿y si alguno de los escapados que iban con él durante la etapa decisiva en que sacó más de cinco minutos a los favoritos le hubiese aguantado hasta el final, ganándole la etapa? Quizá entonces no le habrían hecho pasar por el control antidoping, y a estas alturas disfrutaría del triunfo final. Sería todo un héroe.

La cruda verdad de este Tour para mí es que ha ganado seguramente el que más se ha dopado.

Pereiro se está portando como un señor, afirmando que no querría ganar así, pero no hay que olvidar que si el contraanálisis no dice lo contrario el americano ha hecho trampas y por tanto no es el verdadero vencedor.

Lo que si creo es que deberían acelerar los resultados de los análisis. En este caso han tardado una semana, tiempo record, pero deberían ser capaces de reducirlo a 48 horas.

Heras dio positivo, Basso está en la famosa lista de Eufemiano Fuentes, Landis ahora, sobre Armstrong siempre hubo la sombra de la sospecha, felizmente no confirmada … Me pregunto si se debería correr la Vuelta a España este año. Sinceramente, no va a tener gran interés.

Quizá deberían replantearse la estructura de las grandes vueltas. Los nostálgicos dirán que no, pero yo creo que tres semanas son muchas y dan para aburrirse demasiado. Con catorce días sería mucho más facil crear una competición dinámica y atractiva. Tres o cuatro etapas llanas, varios finales en alto, un par de contrarrelojes, alguna cosita más para animar, y estaríamos las dos semanas pendientes.


Mi último comentario sobre este asunto es para Eufemiano y Manolo Sáiz. El primero se ha hecho el interesante yendo a programas de radio, todo el mundo estuvo pendiente de su entrevista en la cadena Ser, parecía que iba a decir algo y luego realmente nada de nada. Lo que tiene que hacer es decir claramente a la justicia lo que ha hecho y rendir cuentas por ello. Sáiz, llorón empedernido, mal perdedor donde los haya, afirmaba que los sesenta mil euros que llevaba el día que les pillaron eran para un viaje... Estos tipos son los que sobran en el ciclismo.

27 de julio de 2006

Apuntes de verano

Ver últimamente el telediario es más que nunca una actividad angustiante. A los que defienden la actitud de Israel como “legítima defensa”, me gustaría verles en la situación de los palestinos, humillados como no se puede más, expulsados, destruidos. Mientras continúa el conflicto con el Líbano, Gaza sigue masacrada.
Esto lo escribo porque me gustaría mover conciencias, pero…

Este blog es de deportes, así que toca cambiar de tema. He pensado que no sólo escribiré de fútbol, ya que ahora hay poquita actualidad. Hay que ampliar horizontes.

Se acerca el mundial de baloncesto, ¿Este sí será maravilloso? Mi primer recuerdo de este deporte es el mejor, mundial de Cali en Colombia, victoria sobre Estados Unidos, partidazos… Quedamos cuartos, tras perder creo que contra Yugoslavia. Lo seguí por la radio, en la terraza del apartamento al lado de la playa en que me encontraba con mi familia aquél verano. O aún no televisaban los mundiales de baloncesto o no teníamos tele allí.
Por cierto, creo que está convocado Marc Gasol. Me ha sorprendido mucho, porque nunca me ha llamado la atención su juego, pero yo no soy un especialista en baloncesto y Pepu Hernández a mí me parece un entrenador competente.

¿Por qué siempre empiezan los telediarios las noticias de fútbol con el Real Madrid? Ahora el campeón de Liga y de Europa es otro, y merecería abrir el capítulo deportivo. Es verdad que el equipo de la capital está en fase de fichajes, pero el Barcelona también, y es cierto que ha habido elecciones, pero en el Barsa las va a haber. De las promesas electorales de Ramón Calderón de momento nada. Cesc dijo no, Kaká dice no, y de Robben ni se habla. Cannavaro es un gran fichaje, pero puede llegarle algo tarde, ya es mayor, supongo que un par de años buenos si que dará.

Vuelven los jugadores de la selección española de fútbol a nuestro país, y se reincorporan a las concentraciones de sus equipos. A ningún periodista le da por preguntarles como encajaron durante las vacaciones la temprana eliminación del mundial, si la han asimilado, o si creen que hubo errores, para tratar de que no se repitan. A nadie le importa ya aquello. Durante un mes los periodistas montan el pollo, para vender, y luego se olvidan inmediatamente y a otra cosa. Es la sociedad a la que nos empujan, aquella en la que ayer no importa, sólo vale lo que puedas vender hoy. No me gusta esa manera de ver las cosas.

España es finalista del Europeo Sub 19 de fútbol. Con una facilidad asombrosa parece. Esos jugadores deberían ser cuidados, seguidos, mimados por los responsables de nuestro fútbol, para que ese éxito no se quedara en nada el día de mañana.

También España se ha proclamado por cuarta vez consecutiva campeona de Europa de Hockey sobre patines, deporte con escasísima repercusión en nuestro país. Algún recorte minúsculo en los periódicos, y apenas nada en la televisión. De hecho la vez que más oí hablar de Hockey fue cuando la polémica de si Cataluña quería competir independiente de España. Tengo claro que a este país este deporte no le interesa en absoluto.


En el momento en que escribo esto Landis es sospechoso de doping en el Tour. Dicen que habría dado positivo en la etapa en la que hizo la remontada espectacular, con la ayuda del CSC. Desde luego sorprendía verle pedalear así veinticuatro horas después de estar tan hundido. No sé si una recuperación así es posible en el deporte profesional, ojalá finalmente no se trate de él, pero desde luego su equipo, el Phonak, no tiene los mejores antecedentes.

13 de julio de 2006

Notas del mundial

Tiene que ser verdad que no ha sido un buen mundial porque la selección de Portugal, bastante dura y sin mordiente arriba ha sido elegida como la más entretenida.
Pero eso no les quita mérito. Compitieron bien, supieron echarse para atrás cuando hacía falta sin que el entrenador se lo dijera.
Para vistosa, Alemania. Fue al ataque en todo momento, dándolo todo. Una selección de la que aprender siempre. Bravo por Klinsmann.
Italia se amoldó a cada rival. En alguna ocasión parecía que jugaba con fuego, pero no se quemó. En España a veces no respetamos su fútbol. Otra selección que debería darnos clases y tal.
Tantas veces he oído que España hacía el mejor fútbol del campeonato hasta su eliminación que ya me indigno. Guárdense los elogios para cuando los merezcamos de verdad, y no traten de convertir mentiras en verdades.
¿Por qué Van Basten no sacó a Van Nistelrooy en el partido de octavos frente a Portugal? Seguramente quiso castigarlo por algo, pero en realidad cavaba su tumba. Los delanteros que sacó fallaron goles que él no perdona.
Mejor jugador, mejor joven… Creo que Cannavaro merecía la distinción. De la juventud, difícil, yo lo hubiera dejado en blanco porque ninguno destacó de verdad. A uno de ellos ni le dejaron.
A Hiddink, cuyos equipos son siempre muy competitivos, le echó del mundial un árbitro. Esta vez le tocó cruz. Si no, seguramente por ese lado del cuadro habría llegado otra vez a semifinales.
Brasil estuvo horrible de principio a fin. Han dado muy poquito del fútbol que llevan dentro. Un poco sobrados además. Ronaldinho empezó buscando la filigrana y acabó perdido.
Las otras estrellas del Barcelona tampoco han brillado. Ni siquiera algunos valores seguros, como Larsson o Puyol.
Casillas se fue del mundial sin hacer ninguna parada de mérito. No tuvo culpa, pero tampoco fue el de otras veces.
Argentina iba para campeona. Seguramente tenía la mejor pareja de centrales, con Ayala y Heinze. Un buen centro del campo, que sabe mover la pelota, y arriba dinamita para aburrir. Pero este equipo no tiene el carácter de los del 86 y el 90, teniendo quizá más fútbol que ellos. Pekerman no les ayudó mucho.
Francia tuvo un gran mérito porque consiguió que apenas la tiraran a puerta pero su juego no me resultó nada atractivo.
África se estanca. Hace buen fútbol, pero en las áreas se bloquean. El partido entre Ghana y Brasil fue un ejemplo de inocencia frente a oficio.
El mejor tanto, el de Maxi contra México, el momento más emotivo, el gol y la celebración de Grosso frente a Alemania en la prórroga de la semifinal. Los mejores entrenadores, Klinsmann y Hiddink, y la decepción, Brasil. El peor momento, aparte de la acción a olvidar ya entre Materazzi y Zidane, para mí desde luego fue la eliminación de España. Ahora toca motivarse para volver al fútbol del día a día. La pretemporada, el inicio de la Liga, la primera fase de la Champions… Pero pronto volverá la ilusión, porque la vida, alguna vez, tendrá que ser maravillosa para nosotros.

11 de julio de 2006

Zidane

Le habían dicho tantas veces que es el mejor, que cuando el pasado domingo salió al campo a jugar la final de la Copa del Mundo, Zidane ya se lo había acabado de creer. Por eso se propuso saltar definitivamente a la historia, el día menos pensado. De la forma más absurda. No se daba cuenta que ya ocupaba un sitio en ella con pleno derecho. Le salió bien por poco ese penalti tirado medio a lo Panenka.

Pero no le bastaba con eso, y durante el resto del partido fue de los pocos que se salieron del tedio general. Pudo marcar de un cabezazo genial que le habría convertido de inmediato en la quinta corona, junto a Maradona, Pelé… pero Buffón no le quiso hacer el regalo. Movía bien la pelota, como en sus mejores días, giraba sobre sí mismo, se deslizaba por el campo como los ángeles, motivado como no se puede estar más, hasta que …

Hasta que apareció Mr. Hide, el villano, el que no quiere reconocer el público que le aclama incondicionalmente. El que el día de su retirada aún se deja provocar. Pero no era otro, era el mismo Zidane que se ha borrado de partidos forzando tarjetas, que se ha paseado por los campos los últimos años. Que ha hecho entradas impropias de un hombre de su clase.

Zidane le ha dado mucho al fútbol. A la selección francesa, al Girondins, a la Juventus, algo menos pero con momentos de grandeza al Real Madrid. Pero no es sólo el artista, el mago, que queremos ver. El día de su retirada quedó retratado en todas sus facetas, para lo bueno y para lo malo.

6 de julio de 2006

Raúl

Tras perder la selección en octavos de final, y mientras parte de la prensa y de la afición mantenía que el juego de la selección había sido bueno, y que merecíamos la victoria más que Francia, Raúl, desde vestuarios, hizo un análisis frío. Para él habíamos perdido porque no habíamos sabido competir.

Creo que lo que dice Raúl es verdad, pero también que una frase tan sincera como esa debería ir en este caso acompañada de otra aún más. Para mi la figura de Raúl se hubiera engrandecido si hubiese reconocido en ese momento los tres años tan malos que lleva.

Messi - Pekerman - Cappa

Creo que fue tras el segundo partido de Argentina en la primera fase, después de marcarle seis a Serbia y Montenegro, y en pleno éxtasis de la albiceleste, cuando le escuché a Ángel Cappa decir que Pekerman de alguna manera estaba queriendo marcar los tiempos en la subida de Messi al equipo nacional. Utilizó el símil de Pelé, que nunca fue capitán del Santos, para explicar un poco lo que es la jerarquía en un equipo. Hay jugadores en Argentina que se han ganado el puesto en el equipo, que tienen un rol ganado a pulso, y eso no se quita de la noche a la mañana. Creí entender que a Cappa le parecía bien esa actitud por parte del seleccionador argentino. Y eso me pareció un poco extraño.

A Cappa le tengo un gran respeto, y cuando dice o escribe cosas con las que inicialmente no estoy de acuerdo, le doy el beneficio de la duda. Así que dediqué un tiempo a reflexionar sobre el tema.

Entonces me acordé de cuando subió Raúl al primer equipo del Real Madrid. Los entrenadores entonces eran Valdano, en un primer plano, y Cappa, muy cerca de él. A Raúl no le dio tiempo a pasar por el equipo B, pasó directamente del C al primer equipo. Un día le preguntaron a Valdano por tan impresionante ascensión, y respondió más o menos que si alguien quería comerse el mundo él no sería quien lo parara. Raúl efectivamente se lo comió. Ahí no hubo jerarquías.

Argentina perdió en cuartos contra Alemania, sin haber sacado ni un minuto a Messi, ni siquiera cuando el partido estaba roto, echándose el equipo para atrás de manera lastimosa cuando iba ganando. Tras el partido, me pareció ver enfadado a Cappa. Me pregunto si estaba arrepentido de su teoría anterior. Yo desde luego me desesperé viendo como no sacaba a un jugador que es de los pocos del mundo que es distinto a todos los demás, con una velocidad endiablada, frente a los altos defensas alemanes.


No entiendo a los entrenadores que quieren ser protagonistas. Por eso no me gustó nada lo que a mi me pareció una actitud injusta desde el primer partido de Pekerman, y que al final, se volvió contra él.

5 de julio de 2006

¿Debe seguir Luis?

Los días pasados se habló de si Luis Aragonés debía continuar o no al frente de la selección. Finalmente seguirá por lo menos hasta 2008, y viéndole la cara de tremenda satisfacción, pensé que seguía convencido de que podrá conseguir algo grande muy pronto.

Los días anteriores a renovar se encargó de dejar bien claro que no iba a sentirse atado a una frase que utilizó para motivar ("Si no llegamos a semifinales, o no nos acercamos a los grandes, me iré"). Ninguna de esas dos cosas se ha producido. Sin embargo creo que en ese sentido ha hecho bien, cualquiera puede equivocarse alguna vez, pero creo que el problema no se reduce a saber lo que ha dicho Luis, sino a lo que ha hecho hasta ahora. Es decir, a saber si se ha equivocando no hablando sino entrenando.

En primer lugar creo que dos años son pocos para un cargo como éste. Por otro lado, tenemos una urgencia histórica que impide mantener mucho a un técnico si de primeras no ofrece algo atractivo. La permanencia durante tantos años de Eriksson como entrenador de Inglaterra, selección con prisas también de ganar algo, para mí es un enigma. Tienen un equipazo, juegan fatal y no les veo en ninguna final. Pero él ha seguido. Hasta ahora, que por fin se va.
En estos dos años, el equipo nacional no ha hecho un gran fútbol en ningún momento. El mejor día fue contra Ucrania, partido que sirvió para que parte de la prensa deportiva insultara la inteligencia de nuestro país, creando una ilusión ficticia. Aquel partido se ganó, jugando bien, pero ojo, con todo de cara, contra un rival temblando en su debut en esta competición. La fase de clasificación resultó lastimosa, empatando los dos encuentros con Bosnia, en Lituania, etc. Ha cambiado de equipo constantemente, Pernía ha pasado de cuarto lateral izquierdo a primero… A Marchena se lo ha llevado para jugar el partido que no valía, ha sacado tres delanteros centro, cosa a la que no se ha atrevido ni Brasil. Me da la impresión de que cuando Luis habla, parece convencido de lo que dice, pero que realmente no lo está.

El día contra Arabia sacó a todo el equipo suplente, teniendo una ocasión magnífica para rodar más a los titulares, que no llevaban dos años jugando juntos, sino sólo dos partidos. España no está tan sobrada como para eso.

Creo que se debería fichar a un entrenador extranjero que nos aporte eso que siempre nos ha faltado y que nosotros desconocemos. Competir el día d, en el momento justo.

Mi equipo

Nada no importante deseo más que ver a España jugar una semifinal de un mundial de fútbol.

Este acontecimiento cada cuatro años de alguna manera sirve de referencia en mi vida. Desde 1982. Entonces era un crío, y de aquel verano recuerdo la puerta de la calle abierta por el calor asfixiante, los bocadillos de sardinas por la tarde, y las galopadas de Conti por la banda. Del 86 sobre todo me viene a la mente la nota que nos dejó mi padre en un papel, antes de irse a trabajar, al día siguiente del partido de cuartos ante Bélgica. Se había prolongado a la prórroga, tras el gol de Señor casi al final. Y en ese momento mi padre me mandó a la cama. Soñé con la ilusión de la victoria. No me podía imaginar que veinte años después no hemos acabado de dar ese paso que entonces no parecía tan difícil. Ganar dos eliminatorias de cruce. En esa nota ponía algo así: "Hemos perdido en los penalties, después de fallar muchas oportunidades. Ha sido una pena, lo siento". Ahora pienso que ha pasado mucho tiempo, y que quizá mi padre ya no querría trasnochar tanto para ver un partido de fútbol.

En 1990 estaba mi abuela en casa. Acababa de morir mi abuelo, y mientras se decidía algo más concreto, ella pasaba un mes en casa de cada hijo. Con ella ví los partidos, y debo reconocer que en aquel campeonato, tras caer pronto ante Yugoslavia, conseguí ilusionarme viendo a otra selección. Era Argentina: tenía un equipo muy flojito futbolísticamente, pero un portero en un estado de forma como no volví a ver a otro, Goycoechea, un poco de orden, y Maradona y la melena rubia de Caniggia arriba. Pudieron ser campeones si a un árbitro mejicano no le da por decidir a él el campeonato de manera absurda, con un penalty dudoso. El partido de octavos entre Brasil y Argentina, con la canarinha volcada de inicio a fin, es para mi inolvidable. Una ocasión, sólo una, en que salieron de su área, un pase de Maradona y una definición maravillosa de Caniggia. Luego Argentina ganó en los penalties a Yugoslavia, tras fallar Maradona el suyo, y de la misma manera eliminaron a Italia, tras otro gol de Caniggia, y más penalties. Era el primer tanto que encajaba Italia, que parecía imbatible.

En el 94 las cosas no iban bien para mí. Y Salinas se encargó de no encauzarlas por un día.

En Francia, en 1998, se habían producido cambios, y todo andaba mejor. Ya tenía novia y trabajo. No veía los partidos en casa ya que quedaba con ella y los veíamos por ahí. A ella siempre le ha gustado mi pasión por la selección.

En 2002 se palpaban cambios. Ví el partido de Corea, una de las mayores decepciones de mi vida, con varios amigos. Ya apenas les veo, a algunos nada. Por entonces no me podía imaginar este desencuentro.

Y ahora, en casa, con mi mujer, en 2006. Creo que en el futuro recordaré sobre todo el gol de Zidane, la puntilla. Y los deseos de ver a mi selección tirar a puerta, armarse de valor para comerse con patatas a los franceses. Justamente al contrario de lo que sucedió.

Me encantó una cosa que le oí decir, en la cadena de televisión Cuatro, al periodista Nico Abad. Dijo que veía a la selección como a un niño, tratando de dar pasos, pero costándole muchísimo. Ese sentimiento de cariño me pareció maravillosa. Nunca abandonaré a mi equipo. Mi equipo es la roja.

Presentación


He creado este blog para escribir sobre una de las cosas que más me hacen disfrutar, el fútbol.

Estas líneas están dedicadas integras a la selección que cometió la mayor hazaña futbolística, ganar un mundial jugando una final en la que no le valía el empate, contra el equipo local además, que era nada menos que Brasil, y en un partido que mediado el segundo tiempo iba perdiendo. Frente a doscientos mil espectadores.

Me refiero a la Uruguay de 1950.